Revolucionarios siempre

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¿Qué es el Jatari Mashi?

El Movimiento Jatari Mashi surge hace 4 años frente a la necesidad de organización estudiantil dentro de la Escuela de Sociología. En sus inicios estuvo conformado por varias tendencias democráticas, progresistas y de izquierda. Dentro de su proceso de desarrollo se va definiendo y se póstula como un movimiento político de izquierda a la luz del marxismo – leninismo como guía de interpretación y de acción, lo que lo convierte en un Movimiento verdaderamente revolucionario, desechando las posturas pequeñoburguesas y voluntaristas.

El Movimiento Jatari Mashi plantea la solidaridad con todas las formas de lucha de los pueblos, es un Movimiento antiimperialista, en constante trabajo por alcanzar el poder popular y el socialismo. Creemos y buscamos la unidad de la izquierda como factor importante en la construcción de un proceso revolucionario, pero criticamos al oportunismo, revisionismo y socialdemocracia como teorías que han lo han traicionado.

En el ámbito específico de la Escuela de Sociología nos planteamos un trabajo permanente y constante a favor de las reivindicaciones estudiantiles, pero vemos que esto no puede estar desligado de la construcción de una Universidad y de una educación de nuevo tipo.

Somos un Movimiento unido de manera indisoluble a los interés del pueblo, por ello creemos indispensable la vinculación con estos sectores, como muestra clara de una consecuencia ideológica.

Pero entendemos que esta lucha no la podemos realizar solos, en la Escuela necesitamos de los mejores hombres y mujeres, de los más democráticos, de los luchadores, de los líderes, de quienes ven que un cambio es necesario y urgente, quienes no se conforman con la injusticia que nos rodea y se sienten comprometidos a luchar por que se termine, necesitamos de compañeros que se conmuevan con la pobreza, que sientan que lo que pasa no es justo, que quieran luchar por los demás, que estén dispuestos a regalar su tiempo a los otros, a la causa más noble.

Estamos convencidos que compañeros con estas características sobran, les invitamos a conocernos, a dar ese paso histórico entre lo que podría ser y lo que es, entre el sueño y la realidad, entre ser espectadores y actuar.

Sólo con ustedes, en una férrea unidad, podremos construir esa Facultad, esa Universidad, ese país y ese Mundo que todos soñamos. Juntos hombro con hombro necesitamos avanzar, la responsabilidad es compartida y es hora de asumirla. Las puertas del Jatari Mashi están abiertas para trabajar, como lo dijo nuestro compañero de la Escuela de Sociología Milton Reyes a luchar y estudiar junto al pueblo por la revolución.

jueves, 6 de mayo de 2010

La construcción mediática sobre las elecciones de la FEUE-Q.‏


Por: Franklin Falconí/ Opción

El proceso de elecciones para los nuevos representantes estudiantiles de la FEUE de Quito, -visto a través de los medios masivos- siguió un libreto como el de aquellos cuentos en los que ya se conoce el final. La trama narrativa ideada en las oficinas de rectorado y del movimiento gobiernista Alianza País, se cumplió con toda exactitud: el titular estaba escrito mucho antes de que se inicien las votaciones: “32 años de dominio del MPD en la Central, terminaron”.

Si lo vemos desde la perspectiva del análisis semiótico, bien podríamos establecer un esquema sintagmático para esta “cobertura periodística”, como los que Humberto Eco establece para la mayoría de producciones televisivas y cinematográficas en el género de acción:

1.- El jefe le da una tarea a James Bond. En este caso podríamos decir que el rector Edgar Samaniego es el jefe, y le entrega una tarea al Movimiento Nueva Universidad (el Bond del cuento): vencer al FRIU.

2.- El villano aparece y le da una primera señal a Bond. En este caso es el FRIU-MPD (así lo presentan), que aparece en la historia denunciando irregularidades en el proceso, como si quisera dar una dura guerra. Es mostrado como el detestado enemigo al que hay que vencer.

3.- El villano captura a Bond y está a punto de ganarle. El FRIU, según los reportes periodísticos, trató de imponer la vieja receta de la violencia para ganar las elecciones. Algo falso pero coherente con el discurso periodístico que siempre han hecho sobre este frente político universitario.

4.- Bond vence al villano. Finalmente, el Movimiento Nueva Universidad es declarado ganador, luego de “heroicas” acciones que se dieron en el Estadio Universitario, como permitir el ingreso de la Policía a los predios de la Central, y el traslado de las papeletas del sitio donde originalmente debían ser escrutadas, todo “para precautelar la seguridad de las urnas”.

Según Hodge y Kress, en determinadas narrativas el esquema equilibrio-ruptura- equilibrio, en el que el espectador sospecha lo que sucederá al final, sirve para “naturalizar el contenido de la misma narrativa”. Se trata de una clausura narrativa; es decir, un refuerzo de la lectura preconcebida, que le hace sentir al espectador que tuvo la razón. En el caso de la cobertura de las elecciones de la FEUE de Quito, el final esperado, que fueron construyendo los medios desde antes del proceso, fue el de la derrota del FRIU. Desde tempranas horas, antes de que se inicie el proceso, se escucharon comentarios como el de Félix Narváez, de Ecuavisa: “… al parecer la historia de la universidad podría cambiar”.

Y hay que decir que este final ha sido localizado desde hace varios años en el imaginario de muchas personas, bajo la constante ofensiva ideológica anticomunista, anti FEUE que los medios se han esforzado por posicionar en sus tratamientos informativos. Es una “opinión pública” impuesta por la fuerza, con el mecanismo de la repetición continua y en coro.

Como lo describe Noelle Neumann, en “La espiral del silencio”: la opinión pública es la creación de una realidad social mediática que se legitima en la repetición por diversos medios, y que presiona a los individuos a alinearse con la versión del poder, aún en contra de sus propias sospechas o convicciones. Así, según lo que se mira, escucha y lee en los medios, parecería que la opinión pública cree que el peor mal de la Universidad Central son los “chinos” del MPD (versión que no puede ser confirmada en la realidad, ya que el fraude fue un hecho cierto), por lo tanto, quien mira eso en los medios también tiene que asumir esa opinión, para no sentirse excluido socialmente, agredido por sus opiniones divergentes. Siente miedo de opinar diferente.

Esa “opinión pública” la crean personajes como Jorge Ortíz, quien al entrevistar al asambleísta del MPD, Jorge Escala, mostraba a este partido como una especie de mafia, no un partido político organizado que tiene su propia estructura y funcionamiento, sino una organización que manipula e impone terror al interior de las universidades. “Todos sabemos que el FRIU es del MPD”, decía testarudamente Ortíz, que antes que formular preguntas hacía acusaciones.

“La noticia periodística comparte con la educación la función de difusión y consolidación de imaginarios, símbolos, valores y tradiciones”, sostiene la profesora argentina Stella Martín, al referirse al papel que cumplen los medios en la generación de la realidad social. Y esa realidad trata de ser legitimada por los espacios de opinión como el de Jorge Ortíz; o el de Ecuador TV, donde se le entrevistó al nuevo presidente de la FEUE, Carlos Torres, o mejor sería decir: donde se lo homenajeó, mostrándolo como lo mejor del pensamiento y la representatividad estudiantil universitaria.

Se trata de un discurso comunicacional que contiene, como lo señala el semiólogo Victorino Zecchetto, un texto (el mensaje informativo propiamente dicho), un contexto (escenario socioeconómico, simbólico y cultural) y una percepción específica (condiciones concrertas de la audiencia).

Es decir, no solo es una cobertura periodísitica, sino un proceso de generación de sentido, que está destinado a “difundir un hacer creer”, según Zecchetto.
“Los discursos (comunicacionales) forman parte de las relaciones de poder, y por consiguiente son el resultado de las pugnas ideológicas que se dan en el seno de los grupos humanos”, explica este semiólogo.

En la Universidad Central se expresó, una vez más, la acción concertada del poder y los medios masivos para contar una historia de determinada manera, crear una realidad social ficticia e imponer una falsa “opinión pública”. Se trata del uso de armas de destrucción masiva de la conciencia, que si bien no generan en todo el movimiento estudiantil la destrucción que pretenden, sí lograrán imponer dudas y hasta temores, confusiones que no le hacen daño solo al FRIU, o la MPD, sino al proceso revolucionario.

Está probado, entonces, que la batalla de la izquierda no solo se libra en el campo de la movilización de las masas, en el debate frente a ellas, en la lucha política al interior de la institucionalidad, sino también, y de manera muy importante, en el terreno de la comunicación, de la generación de sentidos.


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Publicado por Ecuadorlibre para ecuadorlibre el 4/30/2010 03:39:00 PM