92 años del Manifiesto de Córdoba

publicado el: 9 de junio de 2010


En junio se conmemora los 92 años de que los estudiantes de la Universidad de Córdoba se tomaron su centro de educación superior en contra de un régimen universitario autoritario, vertical y tradicional, que no permitía el desarrollo científico y académico.

La lucha por la reforma de Córdoba consiguió importantes logros para el movimiento estudiantil como: el cogobierno estudiantil, la eliminación de los dogmas, la libertad y la periodicidad de las cátedras y de asistencia, el ingreso a los sectores populares.

Pero sobre todo los estudiantes de Córdoba concibieron que no puede existir un cambio a las condiciones que se desarrollaba en la educación universitarias si no se platea una trasformación a las condiciones sociales del país, de allí que la victoria de la reforma universitaria significaba trasformar la situación económica, política y social de la república.

La experiencia de Córdoba nos enseña que: la lucha por la reforma universitaria no puede ser comprendida como un simples parches a la malla curricular sino sobre todo como un movimiento de ruptura, de cuestionamiento a la estructura académica, política de la universidad, es decir, cuestionar a las estructuras económicas y sociales que dominan a la universidad ecuatoriana, criticar las relaciones de explotación y sometimiento que se vive en el Ecuador y en el mundo entero.

Para 1918 las universidades de Argentina eran tres: la universidad de Buenos Aires, de la Plata y la de Córdoba. En esos años la función de la universidad, según Mariano Marques representante de la Federación Argentina, era “fundamentalmente la formación de unos cuantos que pertenecían a la derecha y que serían la clase dirigente del mañana, todo provenientes de la oligarquía terratenientes que gobernaban nuestra republica”, cosa similar sucedía en las formas internas de organización de las universidades “existía un alto elemento de autoritarismo sobre los docentes y los estudiantes, y según este criterio se conseguía la cátedra por una cuestión de afinidad, parentesco o tener algún tipo de relación por defender los principios que destruían la republica de Argentina” señaló el representan de los estudiantes de Argentina.

Acompañado a este modelo y bajo los criterios de no actualizar los contenidos científicos y pedagógicos, los estudios se basaban en una concepción dogmática y autoritaria.

Este modelo de enseñanza colonialista entra en crisis a principio del siglo XX, con la revuelta de Córdoba, proceso que tuvo como principal la participación de los estudiantes y que llevo varios meses de lucha.

El levantamiento de Córdoba vino a constituirse en la piedra angular del movimiento estudiantil, según Francisco Escandón (ex presidente nacional de la FEUE) “la revuelta de Córdoba no fue espontánea, sino que se impulsó en medio de los procesos de revoluciones liberales, además se da un hito histórico que es la revolución de octubre, la primera revolución socialista que incluyo en el pensamiento de los estudiantes los elementos de emancipación social y nacional para construir una nueva sociedad.”

Los comunistas tenemos no solo el derecho, sino sobre todo la obligación de abanderarnos de la lucha por la reforma universitaria, este combate nos permitirá desenmascarar y confrontar las ideas de las clases dominantes, influir en la institución universitaria y aportar en el objetivo de convertir al movimiento estudiantil universitario en una de las fuerzas interesadas en la revolución.

La construcción mediática sobre las elecciones de la FEUE-Q.‏

Por: Franklin Falconí/ Opción

El proceso de elecciones para los nuevos representantes estudiantiles de la FEUE de Quito, -visto a través de los medios masivos- siguió un libreto como el de aquellos cuentos en los que ya se conoce el final. La trama narrativa ideada en las oficinas de rectorado y del movimiento gobiernista Alianza País, se cumplió con toda exactitud: el titular estaba escrito mucho antes de que se inicien las votaciones: “32 años de dominio del MPD en la Central, terminaron”.

Si lo vemos desde la perspectiva del análisis semiótico, bien podríamos establecer un esquema sintagmático para esta “cobertura periodística”, como los que Humberto Eco establece para la mayoría de producciones televisivas y cinematográficas en el género de acción:

1.- El jefe le da una tarea a James Bond. En este caso podríamos decir que el rector Edgar Samaniego es el jefe, y le entrega una tarea al Movimiento Nueva Universidad (el Bond del cuento): vencer al FRIU.

2.- El villano aparece y le da una primera señal a Bond. En este caso es el FRIU-MPD (así lo presentan), que aparece en la historia denunciando irregularidades en el proceso, como si quisera dar una dura guerra. Es mostrado como el detestado enemigo al que hay que vencer.

3.- El villano captura a Bond y está a punto de ganarle. El FRIU, según los reportes periodísticos, trató de imponer la vieja receta de la violencia para ganar las elecciones. Algo falso pero coherente con el discurso periodístico que siempre han hecho sobre este frente político universitario.

4.- Bond vence al villano. Finalmente, el Movimiento Nueva Universidad es declarado ganador, luego de “heroicas” acciones que se dieron en el Estadio Universitario, como permitir el ingreso de la Policía a los predios de la Central, y el traslado de las papeletas del sitio donde originalmente debían ser escrutadas, todo “para precautelar la seguridad de las urnas”.

Según Hodge y Kress, en determinadas narrativas el esquema equilibrio-ruptura- equilibrio, en el que el espectador sospecha lo que sucederá al final, sirve para “naturalizar el contenido de la misma narrativa”. Se trata de una clausura narrativa; es decir, un refuerzo de la lectura preconcebida, que le hace sentir al espectador que tuvo la razón. En el caso de la cobertura de las elecciones de la FEUE de Quito, el final esperado, que fueron construyendo los medios desde antes del proceso, fue el de la derrota del FRIU. Desde tempranas horas, antes de que se inicie el proceso, se escucharon comentarios como el de Félix Narváez, de Ecuavisa: “… al parecer la historia de la universidad podría cambiar”.

Y hay que decir que este final ha sido localizado desde hace varios años en el imaginario de muchas personas, bajo la constante ofensiva ideológica anticomunista, anti FEUE que los medios se han esforzado por posicionar en sus tratamientos informativos. Es una “opinión pública” impuesta por la fuerza, con el mecanismo de la repetición continua y en coro.

Como lo describe Noelle Neumann, en “La espiral del silencio”: la opinión pública es la creación de una realidad social mediática que se legitima en la repetición por diversos medios, y que presiona a los individuos a alinearse con la versión del poder, aún en contra de sus propias sospechas o convicciones. Así, según lo que se mira, escucha y lee en los medios, parecería que la opinión pública cree que el peor mal de la Universidad Central son los “chinos” del MPD (versión que no puede ser confirmada en la realidad, ya que el fraude fue un hecho cierto), por lo tanto, quien mira eso en los medios también tiene que asumir esa opinión, para no sentirse excluido socialmente, agredido por sus opiniones divergentes. Siente miedo de opinar diferente.

Esa “opinión pública” la crean personajes como Jorge Ortíz, quien al entrevistar al asambleísta del MPD, Jorge Escala, mostraba a este partido como una especie de mafia, no un partido político organizado que tiene su propia estructura y funcionamiento, sino una organización que manipula e impone terror al interior de las universidades. “Todos sabemos que el FRIU es del MPD”, decía testarudamente Ortíz, que antes que formular preguntas hacía acusaciones.

“La noticia periodística comparte con la educación la función de difusión y consolidación de imaginarios, símbolos, valores y tradiciones”, sostiene la profesora argentina Stella Martín, al referirse al papel que cumplen los medios en la generación de la realidad social. Y esa realidad trata de ser legitimada por los espacios de opinión como el de Jorge Ortíz; o el de Ecuador TV, donde se le entrevistó al nuevo presidente de la FEUE, Carlos Torres, o mejor sería decir: donde se lo homenajeó, mostrándolo como lo mejor del pensamiento y la representatividad estudiantil universitaria.

Se trata de un discurso comunicacional que contiene, como lo señala el semiólogo Victorino Zecchetto, un texto (el mensaje informativo propiamente dicho), un contexto (escenario socioeconómico, simbólico y cultural) y una percepción específica (condiciones concrertas de la audiencia).

Es decir, no solo es una cobertura periodísitica, sino un proceso de generación de sentido, que está destinado a “difundir un hacer creer”, según Zecchetto.
“Los discursos (comunicacionales) forman parte de las relaciones de poder, y por consiguiente son el resultado de las pugnas ideológicas que se dan en el seno de los grupos humanos”, explica este semiólogo.

En la Universidad Central se expresó, una vez más, la acción concertada del poder y los medios masivos para contar una historia de determinada manera, crear una realidad social ficticia e imponer una falsa “opinión pública”. Se trata del uso de armas de destrucción masiva de la conciencia, que si bien no generan en todo el movimiento estudiantil la destrucción que pretenden, sí lograrán imponer dudas y hasta temores, confusiones que no le hacen daño solo al FRIU, o la MPD, sino al proceso revolucionario.

Está probado, entonces, que la batalla de la izquierda no solo se libra en el campo de la movilización de las masas, en el debate frente a ellas, en la lucha política al interior de la institucionalidad, sino también, y de manera muy importante, en el terreno de la comunicación, de la generación de sentidos.


--
Publicado por Ecuadorlibre para ecuadorlibre el 4/30/2010 03:39:00 PM

Ni la cárcel, ni la muerte....

Los procesos actuales que vive nuestra Universidad se caracterizan por la confrontación interna, el autoritarismo, la prepotencia, la persecución y la violación de derechos. Si no es así cómo podríamos entender los sucesos del 8 de diciembre; marcados por la provocación, la mentira y la persecución, o el último proceso de referéndum donde, después de todo, las reformas ultrajan de la manera más cínica y descarada la autonomía de los gremios, lo que significa violar el derecho de todos nosotros, de todos los estudiantes, de limitar nuestro derecho a la organización y a la acción.

Es evidente que vivimos una época de cambios en la Universidad, pero esos cambios nos están sucumbiendo en un proceso de retroceso hacia el oscurantismo de las togas, hacia la Universidad cerrada, impositiva, antidemocrática y al servicio del sistema, para ello hay que valerse de todo, de persecución a dirigentes estudiantiles que significa incluso destruir los sueños, las carreras universitarias e incluso las vidas de quienes no piensan lo mismo que las autoridades , estos compañeros estudiantes, que tienen errores y limitaciones, han sido consecuentes y han levantado su voz de protesta frente a lo que pasa, no están de acuerdo y por ello son encarcelados poniendo sobre ellos toda la maquinaria de dominación del Estado; expulsando estudiantes que hacen frente a la política del rectorado; amenazando a maestros y autoridades que no se someten. ¿Qué pretenden? ¿A dónde nos llevan? ¿La Universidad está mejor?

Estás preguntas sin duda nos llevarán a la reflexión y eso es lo que buscamos, que nos demos el tiempo para pensar en lo que pasa y poner el hombro para construir la Universidad que queremos, del pueblo, de puertas abiertas, democrática, científica, gratuita.

Solidaridad con los dirigentes perseguidos

Ni la cárcel, ni la muerte, detendrán nuestra acción, de luchar junto al pueblo por la Revolución.

JATARI MASHI